Domótica para mejorar la eficiencia energética y el ahorro

En la actualidad existen diversos sistemas para aumentar la eficiencia energética de una vivienda. Entre ellos, destaca la instalación de pérgolas y tejas de plástico para mejorar el aislamiento y reducir el consumo de energía, entre otras cosas, como el aumento de la seguridad.

Pero otro aspecto que destaca para mejorar esta eficiencia es la domótica.

¿Qué es y cómo funciona la domótica?

Se denomina domótica a aquellos sistemas que automatizan los elementos y sistemas de un inmueble, como puede ser los electrodomésticos, climatización y calefacción, ventilación, servicios de gestión energética, seguridad, bienestar y comunicación.

El control de todos los sistemas anteriores se pueden integrar mediante redes interiores y exteriores de comunicación, cableadas o inalámbricas. El control de todo lo relacionado con el sistema domótico se puede realizar de manera remota, tanto desde el interior como desde el exterior del inmueble.

Gracias a este tipo de sistemas se pueden controlar persianas, techos o pérgolas para aprovechar el calor o la luz natural, reduciendo con ello el consumo de energía.

Origen y beneficios

Su origen es atribuida a Jhoel Spira durante su trabajo en una empresa aeroespacial. Durante su trabajo decidió usar un tiristor (un pequeño dispositivo electrónico de la familia de los transistores) para modificar la intensidad de luz de las bombillas.

Esta idea significó que se podía usar un mecanismo de pequeño tamaño en la pared que se podía instalar en una vivienda para controlar y automatizar, en este primer caso, la iluminación.

Aporte de la domótica

Su principal beneficio es el ahorro de energía consumida en el inmueble. Además, también aumenta la comodidad y la seguridad de nuestro hogar.

En relación a la eficiencia energética, la domótica permite la gestión inteligente de la iluminación de la vivienda, los electrodomésticos, la calefacción o climatización, el suministro de agua, consiguiendo que se consuma menos y, por ende, reduciéndose las facturas.

En relación a la comodidad, nos permite el control remoto de los diferentes sistemas. Además, el propio sistema inteligente actúa por sí mismo para facilitar la vida de sus usuarios, adaptando su funcionamiento a sus gustos y necesidades del momento.

La seguridad en una vivienda es algo que también mejora la domótica. Poner pérgolas y techos con tejas de plástico mejora el aislamiento y evita el riesgo de incendio. Las alarmas domóticas nos permiten controlar las entradas y salidas de nuestra vivienda y detectar incendios o problemas antes de que sean más graves.

En relación a la accesibilidad, la domótica facilita el manejo de las diferentes instalaciones de los hogares, de manera que las personas con discapacidad o alguna limitación se puedan desenvolver con soltura.

Consumo, monitorización y ahorro

En una vivienda, el 40% de la factura de energía se va en la climatización y el 25% en la iluminación.

Monitorizar el consumo es algo básico. Si no sabemos dónde, cómo y cuándo consumimos es imposible ahorrar. Los sistemas domóticos monitorizan el consumo de energía y adapta la actuación de los diferentes sistemas para conseguir el máximo ahorro energético.

Un sistema domótico nos permite ahorrar entre un 25% y un 40% del consumo de energía. En este sentido, aprovechar la luz natural nos permitirá ahorrar en iluminación, de la misma manera que controlar persianas, techos o pérgolas nos permitirá reducir el consumo en climatización tanto en verano como en invierno.

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